VIVIR EN 30 ó 40 m2.
Es la solución por la que optan hoy día muchos jóvenes incapaces de asumir el precio de una vivienda mayor y por aquellos que anteponen la ubicación en zonas céntricas a viviendas de mayor superficie en la periferia. Y por otro lado, fue y es la oportunidad de muchos especuladores para un sencillo negocio, el de parcelar inmuebles para cobrar más alquileres. Pero vivir en un minipiso no es vivir en una cueva…
Un espacio reducido puede estar lleno de sorpresas y albergar muchos más rincones de los que uno puede imaginar. La clave está en el aprovechamiento del espacio, en dotarla de funcionalidad con pocos elementos, prescindir de lo superfluo y planificar cada cm2.
El almacenaje es vital en este tipo de viviendas, dotarlos de armarios y mobiliario de almacenaje permiten mantener el orden, muy importante en espacios reducidos, evitando la sensación de atrape o agobio. Un buena solución en estos espacios es la de emplear el propio mobiliario para crear separaciones de ambientes, una repisa o un armario pueden tener doble funcionalidad: almacenaje y divisor de estancias.
Una estudiada distribución en la que se apueste por separar, en la medida de lo posible, las estancias tradicionales de una vivienda, es la clave para sentir que realmente vives en una casa, y no en un habitáculo que hace las veces de salón, comedor, cocina y dormitorio.
Las fuentes de entrada de luz natural, una iluminación acertada y la utilización de materiales claros tanto en acabados como en mobiliario, multiplica la sensación de amplitud, haciendo más agradable el espacio. Además, poner diferentes puntos de luz genera distintos espacios y puede dar lugar a diversos rincones funcionales: un sitio para leer, uno para trabajar, ver la televisión…
Vivir en un minipiso no implica adoptar un estilo de vida austero, pero si a desprenderse de todo lo que realmente es prescindible. Y para demostrar que vivir en uno de ellos puede ser un auténtico lujo, os traigo tres proyectos de reforma en viviendas de 29, 30 y 40 m2 que han dado lugar a interesantes espacios.
Vivir en 29 m2.
29 m2 es la superficie con la que contaba el estudio 3XA para crear un espacio habitable en un inmueble de Wroclaw, Polonia. La prioridad de esta reforma era la maximización del espacio y la creación de un dormitorio independiente. Una altura libre de 3,7 m en la totalidad del volumen hacía imposible el generar dos niveles, pero si construir un semi-altillo.
Se aprovechan las estancias en las que se hace posible reducir la altura libre de piso, como son el baño y el pasillo de entrada, de forma que sobre las mismas se genera un espacio abierto destinado a dormitorio. Un “mueble escalera” permite esa doble funcionalidad de la que hablábamos, acceso al semialtillo y estantería de libros.
Además, para aumentar el espacio, el living, cocina y comedor se combinan en una sola habitación.
Vivir en 30 m2.
El espacio a habilitar para vivienda, de apenas 26 m2 de planta sin condiciones de habitabilidad, se encontraba bajo la cubierta de un edificio de viviendas con 200 años de antigüedad en el Barrio de Chueca. El arquitecto Manuel Ocaña se enfrentaba al reto de un cliente exigente y un programa ambicioso: salón, comedor, terraza, armarios, dormitorio, cuarto de baño completo, aseo invitados y una cocina en la que tuvieran cabida todo tipo de electrodomésticos.
El resultado, un brillante ejercicio sobre el límite de la escala doméstica.
Vivir en 40 m2.
Gracias a un diseño excelente y a una gran idea, este apartamento de 40m2 en Tel Aviv reformado por SFARO arquitectos, aprovecha al máximo todas sus posibilidades. La rehabilitación de este apartamento se basa en la construcción de un volumen cúbico en la zona central del piso, que será el encargado de albergar las estancias húmedas: cocina y baño, y los armarios, y a su vez, sirve de elemento distribuidor de la vivienda, generando una circulación perimetral alrededor del mismo. El uso de puertas correderas, la utilización de materiales ligeros como la madera y el yeso blanco y un mobiliario acertado consiguen el efecto perseguido, el de dotar de amplitud a este pequeño apartamento.